Estamos hartos de oír en las noticias los malos resultados que obtienen nuestros estudiantes en el famoso informe PISA (Programme for International Student Assessment o Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes) pero es menos notorio escuchar titulares que alaben la validez y la competencia de nuestros estudiantes.El resultado de este sesgo en la información genera una percepción negativa de la sociedad española hacia la labor de los docentes y del sistema educativo. No obstante, hay que afirmar que el sistema se encuentra obsoleto en cuanto a su concepción y organización, a mayores de haber sufrido cambios que merman de manera muy significativa su calidad, esa calidad de la que tanto le gusta hablar a los políticos, eso sí, desde el papel, sin acercarse ni por asomo a la realidad. Estos cambios son, entre otros, las reformas del currículo y las restricciones de personal . Aún así, muchos docentes capean el temporal sirviéndose de mínimos recursos (tanto económicos como personales) e innumerables mañas para buscar experiencias que logren despertar en sus alumnos el gusto por aprender, el verdadero placer que se experimenta con el descubrimiento y el aprendizaje.
Muestra de este esfuerzo que es llevado a cabo por muchos docentes es el resultado obtenido por alumnos españoles en las Olimpiadas Internacionales de Ciencias de la Tierra, celebradas en Japón. El estudiante cordobés de 17 años Víctor Haro obtuvo la medalla de oro, siendo el primer español y el único europeo de entre los 10 medallistas de oro de la competición , siendo los 9 restantes para Taiwan (4), Japón (3) y Corea (2). El equipo español que lo formaban 4 alumnos en total, obtuvo tres medallas y dos diplomas.
Por otro lado, hay que hacer un análisis sobre las declaraciones de Víctor: “Siempre me había llamado la atención el tema de las rocas, de los minerales… Pero no había estudiado geología, por lo que no sabía si me gustaba realmente”. “En cuarto de la ESO di un poco, pero básico, apenas un mes”. No fue hasta llegar a primero de bachillerato donde Víctor pudo descubrir su gusto por la Geología, gracias a la motivación de su profesora, quien animó a sus alumnos a presentarse a las Olimpiadas Geológicas Nacionales.
Después de lo afirmado por Víctor mi pregunta es ¿Cómo es posible que después de cuatro años de Educación Secundaria Obligatoria un alumno no llegue a conocer la Geología si se encuentra en el currículo de esta etapa? La respuesta la conozco y aquí hay una responsabilidad compartida, no obstante, la responsabilidad mayor se encuentra en la existencia de un currículo inmenso, lleno de contenidos cuyo cronograma es irrealizable. Hay parte de responsabilidad que achaco a los docentes, y es el hecho de dejar para lo “último” la Geología. En algunas ocasiones esta decisión radica en la falta de gusto de ciertos docentes por esta disciplina y en otras ocasiones por la carencia del conocimiento profundo de la materia. En este último caso, es labor del docente actualizarse y trabajar día a día para conocer a fondo las disciplinas para las que se está en teoría capacitado para impartir, y así hacerlo de la mejor manera. No estaría de más que se realizaran cursos de formación para preparar a los docentes en la didáctica de las Ciencias de la Tierra en general, y en particular en la didáctica de la Geología, haciendo hincapié en el trabajo de campo, pues la carencia en estos ámbitos es algo patente entre ciertos docentes, pero me temo que para eso queda mucho tiempo en este país. Con ampliar la plantilla y hacer un currículo real ya ganaríamos mucho.
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